Un mundo mejor

15 de diciembre de 2023

Sueño con un mundo dónde no exista la cultura de la dieta ni la presión de la delgadez, un mundo dónde enseñen en los colegios a gestionar las emociones de forma sana, dónde no existan adjetivos despectivos hacia el cuerpo, dónde se condene y se actúe contra el acoso escolar, que es el motivo por el que muchos niñxs empiezan a odiar su cuerpo, antes que aprender a sumar y restar.

Me gustaría vivir en una sociedad, dónde nos miremos a los ojos y no a lo que le falta o le sobra al otro; ojalá mirarnos más, con unos ojos libres de rencor, de prejuicio y poder comprender las miradas ajenas con la misma facilidad que lo hacemos con sus «desperfectos físicos». 

Ojalá un mundo con muchísima más empatía, respeto y compasión hacia los demás y hacia una misma.

Qué difícil escucharse a una misma cuándo pocas personas lo hacen contigo, cuándo aprendes a infravalorarte, a machacarte y complacer a los demás, ya que el malestar es incómodo para los demás, no está bien visto.

Me gustaría vivir en un mundo dónde no fuera necesario el día Nacional de la Lucha Contra los TCA.

Desgraciadamente, en este, lo es. 

Lo es porque siguen muriendo muchísimas personas cada día por un TCA, porque no hay recursos públicos de calidad y sin lista de espera, porque vivimos en una sociedad contaminada por la gordofobia (incluyendo «especialistas» del sector sanitario), porque el infrapeso sigue siendo un criterio de diagnóstico en muchos centros, porque falta concienciación de la enfermedad, ya que un Trastorno de la Conducta Alimentaria, no es, simplemente, querer estar delgad@, es un sufrimiento indescriptible, es castigo, es soledad, es contradicción, es incomprensión, es injusticia, es una LACRA SOCIAL y es responsabilidad de todxs. 

Ojalá llegue el día en que me ponga frente al espejo y pueda decir que he vencido el TCA después de tantísimos años de lucha.

Marta.